Ejercicio 1 de oratoria
La primera actividad tendrá como
intención hablar sobre los nervios e
intentar que estos desaparezcan o disminuyan en nuestro discurso.
No debemos ponernos nerviosos en las ocasiones que tengamos que expresarnos oralmente. Para ello , el primer
día practicaremos con algunos de los conceptos que tienen que ver con ello y, si encontramos problemas para estar relajados, siempre será adecuado tener en cuenta:
· Respira profundamente varias veces antes de
empezar a hablar.
· Habla por el gusto de hablar.
· Imagina que estás solo y, si te cuesta, no fijes
la mirada en ninguno de tus oyentes. Solo lo harás cuando ya hayas empezado a
coger confianza. Puedes probar mirarlos al entrecejo.
· No te toques la nariz o la cara al hablar.
Procura no ser excesivo en el movimiento de tus brazos y manos.
· No te apresures al hablar, no hables de forma
atropellada, suelta tu cuerpo y conversa como si estuvieras con tus mejores
amigos.
· Mantener la cabeza erguida y hablar
suficientemente alto.
· No escondas las manos en los bolsillos.
· Vocaliza y uso un tono adecuado, no hables
demasiado bajo.
· Guarda el turno de palabra, no intentes imponer
tus ideas en el caso de estar formando parte de un grupo. Escucha con atención
lo que otros dicen porque, además de aprender, ellos también te escucharán.
Por muy claro
que nos parezca nuestro discurso , podemos desconocer algo que nos
pregunten, no somos sabios. No pasa nada. De igual manera, si nos equivocamos, sólo tendremos que reconocerlo cuando nos lo reprochen. No olvides que
rectificar es de sabios.
Lo que debemos
dar es la sensación de seguridad y tranquilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario